Experiencias que cambian al mundo
Con mucho entusiasmo les compartimos la experiencia de los colaboradores del servicio social que trabajaron con nosotros este último semestre. Vamos creciendo poco a poco, si estás interesado en unirte a la causa, no dudes en contactarnos.
Durante el último año tuve la oportunidad de conocer cara a cara la situación de la artesanía de nuestro país y el papel que cada uno de nosotros podemos tomar para provocar
un cambio.
Antes de conocer a la Fundación Hilando Arte, no me percataba de la monumental
problemática que encierra la artesanía en nuestro país, pues mi ignorancia y falta de contacto
con la vida cultural de México me habían llevado a considerar erróneamente a estos productos
como otro elemento turístico del mercado informal popular, un simple “souvenir” que fungía
como un registro de aquel pueblo mágico que recorría e insistentemente compartía en mis
redes sociales. La parte más triste no reside sobre la concepción que comúnmente tenemos o
generamos respecto a estas piezas, sino que en muchas ocasiones elegimos comprar la camisa
“más barata” o practicar el horrible arte del regateo mexicano, sin darnos cuenta que ese “¿Es
lo menos?” le puede costar la comida a una familia durante una semana.
Aquellas prendas y artículos que observamos en cada puesto y taller durante nuestras visitas a
dichos pueblos mágicos no son productos nacidos en cuestión de minutos en la cadena de
suministro dentro de una “fábrica de sudor”, sino que son piezas de arte que han sido
pensadas e ideadas durante cientos de años y bordadas a mano durante meses enteros. Estas
prendas son el resultado de un mestizaje cultural, representantes de la idiosincrasia de los
pueblos indígenas frente a la posmodernidad y más aún, son la esperanza de una familia para
subsistir un día más.
El sistema globalizado productivo actual y las condiciones de desarrollo económico, la falta de
oportunidades de sistemas de comercialización adecuados para la promoción del precio justo,
el acceso limitado a herramientas que permitan una mejora productiva considerable y la falta
de impulso cultural intergeneracional han llevado a los grupos artesanales a convertirse en
comunidades marginadas, olvidadas y sepultadas junto con el resto de nuestra cultura e
historia. Conceptos que sin duda alguna distinguen a nuestro país y de las
cuales debemos sentirnos eternamente orgullosos y que por ende, como actores sociales
globales tenemos la responsabilidad de poner el nombre de México en lo más alto. No
necesitamos hacer grandes cambios o crear enormes emporios para aportar a la solución de
esta problemática, solamente se necesita que no le demos la espalda a aquellos que nos
necesitan: compremos mexicano y démosle la oportunidad al mundo entero de enamorarse
del trabajo hermoso que se crea en nuestro país.
José Angel Purón Mijares
6º Semestre
Ingeniería Industrial para la Dirección
Universidad Anáhuac, México Norte.
Realizar mi servicio social en la Fundación Hilando Arte fue una experiencia muy grata
y enriquecedora en muchos aspectos. Me hizo valorar aún más el talento que nuestros
artesanos mexicanos tienen, debido a que pude conocer de cerca el gran trabajo,
dedicación y amor que hay detrás de cada uno, y al conocer las historias detrás de
cada prenda y cada artesano, eran inspiración para realizar mi servicio, no sólo de
cumplir horas para completarlo, si no de saber que con mi ayuda y mi tiempo
invertido pude ayudar a la sociedad y hacer un cambio positivo en ella, y así, resaltar
el potencial y la belleza de su trabajo, lo que hace darle color y vida a nuestro país.
Valeria Basurto Salinas
8º Semestre
Diseño Industrial
Anáhuac México Norte
Periodo Enero-Mayo 2016
Este último semestre tuve la oportunidad de realizar mi servicio social como voluntaria en la Fundación Hilando Arte. Fue una experiencia increíble donde aprendí muchas cosas. Al estar trabajando con Hilando Arte me di cuenta que el trabajo de una Fundación es mucho más difícil de lo que parece y nos damos cuenta, por eso deberíamos de darle más atención a los pequeños detalles que realiza y no nos damos cuenta. Un ejemplo es toda la logística que deben de hacer para poder organizar un evento en el cual llame a las personas y los artesanos se vean beneficiados.
Hilando Arte hace una increíble función a nuestra sociedad, ayudando a los artesanos donde les da la oportunidad de crecer y que más personas puedan conocer esta increíble tradición que es parte de nuestra cultura mexicana. Hilando Arte me enseñó que nunca es demasiado lo que puedes hacer para ayudar a los demás pero cada cosa que hagas, aunque sea muy pequeña, es un grano de arena que nos nos ayuda a llegar a ese cambio que queremos y necesitamos.
En mi servicio social aprendí muchas cosas ya que me ayudaron a ser mejor persona y mejor trabajadora. Me dieron la mano para poder desarrollar ideas y comentarios y siempre me apoyaron en darme una crítica constructiva que me ayudó a crecer como persona. Gracias a la Fundación Hilando Arte por su excelente labor y estoy segura que vamos a seguir haciendo más.
Camila Basurto
6º Semestre
Actuaría
Anáhuac México Norte
Periodo Enero-Mayo 2016